“Asentada en la división continental, esta finca y reserva es un maravilloso lugar para jugar de ranchero Tico. La acomodación es básica, el ambiente es rústico y la reserva un admirable ejemplo de conservación realística. Esta finca de 135 hectáreas está gradualmente siendo retornada a bosque, cerca del 60% es bisque primario entrecruzado con algunos senderos. Otro 30% es la parte dedicada a producción, donde ganado, cerdos, cabras, caballos y gallinas son criados. El dueño Federico Muñoz es un reconocido naturalista y guía que por largo tiempo ha soñado vivir en una finca que combina educación, conservación y producción agropecuaria, este es el resultado. Si viaja en grupo o con niños, las casitas aquí son una gran opción.
Cada una acomoda a cuatro personas y tiene una kitchenette y un baño privado con agua caliente. Levántese al amanecer y pruebe su mano ordeñando una vaca, o si le gusta dormir tarde, tome un paseo a caballo por la reserva y más allá”